
No solo fue una serie, Fue una revolución en pantalla.
Junio llegó con todo su glitter, protestas, banderas multicolor y playlist de himnos queer a todo volumen. En plena temporada del PRIDE en la Ciudad de México, entre marchas, fiestas y performance callejeros, vale la pena mirar atrás o mejor dicho, volver a Queer as Folk, la serie que nos enseñó que lo gay no era solo una etiqueta, sino una identidad llena de matices.
Un antes y un después para la televisión LGBTQ+
Estrenada a principios de los 2000, primero en Reino Unido y luego con su versión norteamericana (la más conocida en México), Queer as Folk fue la primera serie que mostró sin filtros ni rodeos la vida de un grupo de amigos queer: sexo, drogas, VIH, amor, fiestas, discriminación, luchas políticas y, sobre todo, comunidad.
Mientras en la televisión mexicana apenas se atrevían a insinuar un personaje gay, allá en Pittsburgh (aunque filmada en Canadá), Queer as Folk nos mostraba a Brian, Justin, Michael, Emmett y Ted enfrentando la vida con un desparpajo que nos volaba la cabeza. ¿Quién no soñó con un Babylon chilango?
¿Por qué hablar de Queer as Folk ahora?
Porque aunque ya pasaron más de 20 años desde su estreno, muchas de las batallas que mostraba siguen vivas. El estigma al VIH, la hipersexualización, la discriminación laboral, el odio institucional… no son cosa del pasado. La serie se adelantó a temas que hoy siguen siendo urgentes.
Y también porque ver PRIDE como una fiesta sin contenido político es reducir su fuerza. Queer as Folk nos recuerda que el orgullo no es solo desfile: es resistencia.
La nueva versión y la nostalgia original
En 2022, Peacock lanzó una nueva versión de Queer as Folk, más diversa y adaptada al presente. Incluye personajes trans, racializados, no binarios. Pero, seamos honestxs: aunque importante en representatividad, no tuvo el mismo impacto cultural que la original. Tal vez porque esta vez ya no éramos invisibles. O tal vez porque nos sigue faltando una narrativa que hable desde América Latina.
Un antes y un después para la televisión LGBTQ+
En CDMX, el PRIDE es fiesta, sí. Pero también es memoria, política y rabia organizada. Queer as Folk nos mostró cómo el goce y la protesta no se contradicen. En cada baile, en cada beso público, en cada marcha: ahí seguimos, mostrando que existimos y que no vamos a desaparecer.
Así que este PRIDE, si tienes chance entre evento y evento, date un maratón de Queer as Folk. Vas a reír, llorar, excitarte, enojarte… y entender por qué esta serie sigue siendo, dos décadas después, un acto radical de visibilidad.
¿Cómo nació Queer as Folk?
Antes de Queer as Folk, los personajes gays en la tele eran prácticamente fantasmas. Estaban ausentes o llenos de clichés. El que rompió ese silencio fue Russell T. Davies, un guionista británico que venía escribiendo desde los años 80, primero para programas infantiles y luego para historias más serias. En algún punto, alguien le dijo: “haz una serie sobre lo que realmente importa… sobre nosotros”.
¿El título original? Queer as F**k. Sí tal cual. Pero los tiempos aún eran complicados para ese nivel de visibilidad.
“Los personajes gays no existían en la televisión. Por eso Queer as Folk fue tan importante. Fue parte de una tendencia que apenas comenzaba, y me siento afortunado de haber estado ahí.”
— Russell T. Davies, creador de la serie
Davies entendía algo muy simple pero poderoso: si no estábamos en las pantallas, tampoco existíamos para el mundo. Él nos dio ese espacio. Y lo hizo sin pedir permiso.
Nos vemos en el PRIDE CDMX
¡A levantar la voz, alzar la bandera y bailar como si estuviéramos en Babylon!
Entrada escrita por Zona Cero CDMX | Publicada con fines informativos y de cuidado colectivo.
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